José Francisco Peña Gómez, nacido el 6 de marzo de 1937, en Loma del Flaco, Cruce de Guayacanes, Mao, ingresó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1961, involucrándose inmediatamente en la lucha contra los remanentes de la tiranía trujillista.
Pero el que vendría a ser el más vibrante político dominicano post Trujillo, se estableció como un recio dirigente político al estallar la revolución de abril de 1965, cuando le correspondió llamar al pueblo a movilizarse en defensa de la constitucionalidad perdida en 1963.
La trayectoria del brillante político dominicano desde su niñez en Mao; su excelente carrera de estudiante, aún desde muy corta edad; los éxitos académicos y políticos, tanto en lo nacional como en el plano internacional, son bien conocidos.
Graduado de abogado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard y la Michigan State University, y de Derecho Constitucional en la Universidad de París, José Francisco Peña Gómez se destacó entre los primeros de sus compañeros de estudios.
Se asegura que el haber sido locutor contribuyó con la magnífica oratoria que siempre lo distinguió en todas las tribunas, al extremo de que se convirtió rápidamente en uno de los más grandes tribunos dominicanos.
Como político, Peña Gómez fue presidente del PRD desde 1986, vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL), vicepresidente de la Internacional Socialista y presidente de dicha organización para América Latina, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana para la Defensa de los Derechos Humanos, miembro del consejo directivo del Instituto Latinoamericano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, miembro del Diálogo Interamericano, embajador extraordinario y plenipotenciario en Italia, Francia y España, y otros cargos.
Se identificó con la lucha para erradicar los remanentes de la dictadura de Trujillo, y se enroló en las filas del Partido Revolucionario Dominicano tan pronto esta organización se estableció en el país, el 5 de julio de 1961. Inclusive, en el primer comité ejecutivo del PRD, Peña Gómez fue designado secretario de Prensa y Propaganda. En poco tiempo ascendió a la Secretaría General, y compartió con el profesor Juan Bosch el liderazgo del partido.
Luego del golpe de Estado que derrocó a Bosch, y que lo deportó al exterior, en 1963, Peña Gómez se convirtió en el líder principal del PRD en el país, lo que se consolidó con el alzamiento constitucionalista de abril de 1965.
Bajo la dirección de Peña Gómez, el Partido Revolucionario Dominicano ganó en dos ocasiones seguidas las elecciones generales, en 1978 y en 1982. Para este último período, 1982-1986, el líder perredeísta resultó electo síndico del Distrito Nacional.
Las confrontaciones internas en la organización impidieron que el partido del "jacho prendío", mantuviera el poder en las elecciones de 1986.
En 1990, y con el partido dividido, encabezó la boleta presidencial perredeísta llevando como compañero a Hipólito Mejía. El entusiasmo que concito su candidatura, reafirmo el liderazgo de Peña Gómez y devolvió al PRD el vigor mermado por las luchas de tendencias.
En 1994, Peña Gómez, esta vez acompañado por Fernando Álvarez Bogaert, se impuso a Joaquín Balaguer en las urnas, pero la conspiración de los grupos políticos conservadores le escamoteó el triunfo.
En las elecciones de 1996, Peña Gómez ganó ampliamente en la primera, pero no pudo obtener el 50 por ciento más un voto requerido para ganar aprobado dos años antes durante la reforma constitucional.
Vida accidentada
Hijo de Oguis Vincent y Maria Marcelino, la vida de Peña Gómez se caracterizó por el drama. Desde sus primeros años, sufrió los rigores del dolor. Hijo de una familia campesina muy pobre, se vio abandonado cuando sus padres debieron huir de la matanza de haitianos ordenada por la dictadura trujillista en 1937.
Encontrado por una familia de Gurabo, Peña Gómez salvó la vida casi milagrosamente. Fue posteriormente adoptado por otra familia en Mao, y a poca edad quedó nuevamente huérfano.
Desde muy joven, Peña Gómez demostró un particular interés por los estudios. Pese a las adversidades, logró una sólida formación intelectual que reforzaría de manera permanente con la lectura y estudios especializados en prestigiosas universidades extranjeras.
Pero el que vendría a ser el más vibrante político dominicano post Trujillo, se estableció como un recio dirigente político al estallar la revolución de abril de 1965, cuando le correspondió llamar al pueblo a movilizarse en defensa de la constitucionalidad perdida en 1963.
La trayectoria del brillante político dominicano desde su niñez en Mao; su excelente carrera de estudiante, aún desde muy corta edad; los éxitos académicos y políticos, tanto en lo nacional como en el plano internacional, son bien conocidos.
Graduado de abogado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard y la Michigan State University, y de Derecho Constitucional en la Universidad de París, José Francisco Peña Gómez se destacó entre los primeros de sus compañeros de estudios.
Se asegura que el haber sido locutor contribuyó con la magnífica oratoria que siempre lo distinguió en todas las tribunas, al extremo de que se convirtió rápidamente en uno de los más grandes tribunos dominicanos.
Como político, Peña Gómez fue presidente del PRD desde 1986, vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL), vicepresidente de la Internacional Socialista y presidente de dicha organización para América Latina, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana para la Defensa de los Derechos Humanos, miembro del consejo directivo del Instituto Latinoamericano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, miembro del Diálogo Interamericano, embajador extraordinario y plenipotenciario en Italia, Francia y España, y otros cargos.
Se identificó con la lucha para erradicar los remanentes de la dictadura de Trujillo, y se enroló en las filas del Partido Revolucionario Dominicano tan pronto esta organización se estableció en el país, el 5 de julio de 1961. Inclusive, en el primer comité ejecutivo del PRD, Peña Gómez fue designado secretario de Prensa y Propaganda. En poco tiempo ascendió a la Secretaría General, y compartió con el profesor Juan Bosch el liderazgo del partido.
Luego del golpe de Estado que derrocó a Bosch, y que lo deportó al exterior, en 1963, Peña Gómez se convirtió en el líder principal del PRD en el país, lo que se consolidó con el alzamiento constitucionalista de abril de 1965.
Bajo la dirección de Peña Gómez, el Partido Revolucionario Dominicano ganó en dos ocasiones seguidas las elecciones generales, en 1978 y en 1982. Para este último período, 1982-1986, el líder perredeísta resultó electo síndico del Distrito Nacional.
Las confrontaciones internas en la organización impidieron que el partido del "jacho prendío", mantuviera el poder en las elecciones de 1986.
En 1990, y con el partido dividido, encabezó la boleta presidencial perredeísta llevando como compañero a Hipólito Mejía. El entusiasmo que concito su candidatura, reafirmo el liderazgo de Peña Gómez y devolvió al PRD el vigor mermado por las luchas de tendencias.
En 1994, Peña Gómez, esta vez acompañado por Fernando Álvarez Bogaert, se impuso a Joaquín Balaguer en las urnas, pero la conspiración de los grupos políticos conservadores le escamoteó el triunfo.
En las elecciones de 1996, Peña Gómez ganó ampliamente en la primera, pero no pudo obtener el 50 por ciento más un voto requerido para ganar aprobado dos años antes durante la reforma constitucional.
Vida accidentada
Hijo de Oguis Vincent y Maria Marcelino, la vida de Peña Gómez se caracterizó por el drama. Desde sus primeros años, sufrió los rigores del dolor. Hijo de una familia campesina muy pobre, se vio abandonado cuando sus padres debieron huir de la matanza de haitianos ordenada por la dictadura trujillista en 1937.
Encontrado por una familia de Gurabo, Peña Gómez salvó la vida casi milagrosamente. Fue posteriormente adoptado por otra familia en Mao, y a poca edad quedó nuevamente huérfano.
Desde muy joven, Peña Gómez demostró un particular interés por los estudios. Pese a las adversidades, logró una sólida formación intelectual que reforzaría de manera permanente con la lectura y estudios especializados en prestigiosas universidades extranjeras.